En relación con la obra de Florencia Flanagan – Julio 2014

En relación con la obra de Florencia Flanagan – Julio 2014

2 de julio, 2018 epensamiento 0

Un pensar en relación

 

Las palabras de Florencia sobre su recorrido artístico y vital muestran los tiempos de intensas mutaciones que nos han tocado vivir. Las mutaciones atraviesan nuestras vidas; traen consigo  la sensación de que los modos de pensar se vuelven insuficientes. Producen la inquietante sensación de que las imágenes, las ideas pierden fluidez, se enlentecen. A la vez  experimentamos una movilidad que nos impulsa a la realización de experiencias creativas, al surgimiento de nuevas configuraciones de pensamiento, de vida.

Sin embargo, por momentos, la actividad creativa se estanca. Nos percatamos de que el apego a un único modo de pensar y experimentar  dificulta la flexibilidad. El uso habitual de categorías estáticas condiciona nuestro decir, entorpece un pensar experimental y productivo. El despliegue de experiencias creativas exige la apertura a las intensidades, a las mutaciones que traen consigo nuevos modos de pensar, de percibir y de hacer.

Por ello, la elaboración de  ideas y su expansión requiere una escucha paciente, una captación de las fuerzas del acontecer que traman la existencia y aportan elementos para comprender, para iluminar los hilos creativos que nos habitan y buscan los medios para su expansión en  múltiples resonancias entre próximos y lejanos.

 

Un pensamiento en obra

 

Cuando Florencia cuenta que su experiencia en los Seminarios de pensamiento filosófico contribuyó al despliegue y efectuación de su obra, produce sorpresa; estamos habituados a escuchar que las ideas filosóficas habitan en un ámbito distinto al de la acción creativa y tendemos a olvidar que una importante tendencia de la filosofía insiste en la relación del pensamiento con la vida, del pensamiento  con  la creación.

En esa senda,  el pensamiento se pliega a las maneras de vivir, se vuelve un pensamiento en obra que insiste en la pregunta por cómo pensar, por la génesis conceptual y afectiva de un pensar que albergue una procesualidad inmanente y, a la vez, permita una aproximación a la existencia singular y colectiva.

El pensamiento en obra requiere la apertura a una temporalidad que no esté regida exclusivamente por el tiempo lineal que marca la existencia. El tiempo,  pautado dentro de una linealidad móvil, determina el devenir, los procesos en términos de un estado inicial y un estado final. Experimentamos la regencia de un tiempo vertiginoso que genera un mundo de metas a cumplir, de actividades a realizar, de objetos a obtener. Tiempo que nos quita el aliento, que nos obliga a correr hacia adelante, que nos convierte en muñecos enloquecidos a punto de estrellarnos contra un paredón.

***

 

En su desarrollo, Tejer el manto convoca una modalidad temporal de múltiples dimensiones que a su vez expresa el vínculo peculiar entre el tiempo y la existencia propio del acontecimiento. Y de esa manera, afirma las experiencias creativas en el pliegue de las transmutaciones propias de la existencia. Ya que, en su efectuación, invita a mutar las experiencias teñidas por las tristezas y el dolor, y a aventurarse en un ejercicio creativo que dinamiza la potencia-deseo singular gracias a composiciones relacionales propicias para la creación.

Las experiencias creativas impulsadas por Tejer el manto  transitan una senda que enriquece lo singular y, a la vez, expande lo colectivo. Y en ese mismo sentido,  estimula la amistad, las construcciones de tramas afectivas donde se entrelazan procesos existenciales con devenires artísticos.

De ese modo, se suma a una preocupación acuciante de la contemporaneidad: la preocupación por los vínculos. En nuestra actualidad y desde distintas perspectivas, se escuchan voces que aluden a la necesidad de volver a pensar las modalidades relacionales, las tramas afectivas que constituyen nuestras vidas. Y quizás sea esa misma preocupación la razón de nuestra lectura actual de Spinoza, en la medida que su pensamiento traza un camino enriquecedor para el pensamiento contemporáneo, aporta una mirada que supone un enlace entre lo singular y colectivo y trae consigo un modo peculiar de  relación consigo mismo, con los demás y con el mundo.

 

En la senda de Spinoza

Cuando recorremos los textos spinozianos, nos impacta una visión poblada de conceptos y afectos, de cuerpos relacionales y singularidades intensivas que se despliega en una lógica de pensamiento relacional y afirmativa que enlaza lo uno y lo múltiple.

En ese sentido, Spinoza concibe lo humano en su singularidad como modo expresivo de la Naturaleza-Dios. Cada ser singular en sí mismo es potencia, conatus, esfuerzo por perseverar en su ser.  Y es gracias a la potencia que cada quien se individua, se diferencia y, a la vez, se relaciona. Por ello, toda aproximación a los modos de existencia desde una mirada spinozista requiere tanto una perspectiva singular y singularizante como una perspectiva relacional y vinculante

En este contexto,  la potencia-deseo  es una causa eficiente inmanente, no es una inclinación que se despliega en función de algo que  se carece, en función de un fin, sino que siempre es potencia productiva en acto. La potencia-deseo varía de acuerdo al juego afectivo en el que se encuentra, puede disminuir, regenerarse o aumentar, pero no hay ausencia de deseo;  en el mismo ejercicio del deseo, el modo humano actúa y despliega una dinámica creativa propia.

 

En el momento de concluir…

En su devenir, Tejer el manto  convoca a la amistad, al pensamiento, a la escritura, a llevar a cabo experiencias creativas como ejercicio de una potencia-deseo singular y relacional. Las experiencias creativas son despliegues vitales de la existencia; ellas ponen en movimiento un pensamiento en obra  que abre el camino a una modalidad política afectiva que insiste en la cuestión de cómo generar las mejores condiciones para la apropiación, aumento y expansión de la potencia creativa, cómo generar territorios afectivos que estimulen su despliegue, cómo realizar un ejercicio de deseo productivo como ejercicio activo de libertad.

 

Annabel Lee Teles. Montevideo, julio, 2014.

 

 

 

 

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